Ben es enviado a prisión tras causar un accidente de coche en el que murió su novia. Cuando, después de un largo tiempo, regresa a Waldstille, su ciudad natal en el sur de Holanda, debe hacer frente a sus suegros, que obtuvieron la custodia de su hija. Los suegros pretenden impedir que Ben vea a su hija de nuevo. Pero Ben está decidido a recuperar el tiempo perdido con Cindy.